Nunca pensé que comprar un disco duro multimedia fuera una tarea tan árdua y complicada. Llevaba ya tiempo con la intención de adquirir uno para conectarlo al televisor del salón y poder ver y guardar mi colección de películas, en constante crecimiento. Al final, y en previsión de que los Reyes Magos podían mandarme al carajo en cuanto les pidiera esto, decidí que lo mejor era hacerme un auto-regalo de Reyes.
Así que me puse manos a la obra y me lancé a las calles a buscar con ahínco un disco multimedia que cumpliera mis exigencias. Tampoco quería mucho: En primer lugar, era imprescindible que el disco contara con conexión de red (Ethernet y/o Wifi) para poder traspasar los contenidos sin necesidad de andar moviendo el disco de la tele al PC y viceversa. Y en segundo lugar, también muy importante, que reprodujera alta definición:
1080p, ficheros
MKV, etc. Es cierto que mi televisor es algo viejuno, pero dado que tendré que renovarlo en breve (coincidiendo con el famoso
apagón analógico) y que compraré uno con FullHD, pues no era plan de quedarnos cortos con el disco. En cuanto a capacidad, buscaba más o menos 1TB, aunque podía conformarme con menos, si fuera necesario. Nada más. Ni siquiera necesitaba que tuviera capacidad de grabación, ni sintonizador TDT, ni nada de eso.
La primera opción fue el
Sveon SPM 3000 que, aparentemente tenía muy buena pinta. Lo adquirí junto con un adaptador Wifi USB, para conectarlo a mi red wireless. Mis impresiones nada más conectarlo fueron bastante buenas: el sistema gráfico estaba bien diseñado, muy agradable a la vista y sencillo de manejar a la par que rápido. Reproducía mis películas sin problemas, e incluso en el caso de videos con subtítulos SRT, permitía definir la posición de los mismos. La red se configuró también sin problemas, y al instante estaba reproduciendo en mi televisor archivos de mi PC, en
streaming a través de la red, sin saltos ni retardos. En definitiva, un reproductor muy bueno...
Pero (siempre hay un pero) tenía un fallo: la conexión de red únicamente permitía acceder desde el Sveon al contenido multimedia de otros equipos de la red, pero no al revés. Es decir, yo desde mi PC no podía ver los contenidos del disco duro Sveon. Esto, para mi, era un gran contratiempo, ya que no podría reproducir contenido del disco en mi PC cuando quisiera, ni pasar archivos desde mi PC al disco, a través de la red.
Así que, no me quedaba otra salida que devolverlo, con todo el dolor de mi corazón.
La segunda opción fue el disco
Iomega Screenplay Director de 1TB. Por lo que pude leer previamente, este disco cumplía todos los requisitos y permitía el acceso al mismo desde otros equipos de la red. Además ofrecía la posibilidad de acceder a servicios de Internet como Youtube, Flickr, etc. para ver sus contenidos en tu TV sin necesidad de encender el ordenador.
Pues bien, el gran chasco llegó cuando lo conecté al televisor y comencé a probarlo. Sólo lo probé durante unos escasos 10 minutos. No aguanté más. No os podéis hacer una idea de lo desesperante que es tener que esperar 3 segundos cada vez que pulsas una tecla para ver la respuesta del aparato. Era lo más lento que había visto desde aquel Windows 3.11 que venía con mi 486.
En esos diez minutos se me quedó colgado 2 veces, y tuve que reiniciarlo a botonazo limpio. Y lo mejor fue cuando me puse un vídeo con subtítulos SRT (el mismo que ya probé en el Sveon) y los textos empezaban a amontonarse con retardo, llegando a salir hasta ¡30 segundos más tarde que la frase hablada!... ¡Insoportable!. Hasta me entró la risa tona, de lo malo que era. En fin, obviamente ni siquiera me molesté en probar la red. Después de los 10 minutos ya lo tenía guardado de nuevo en la caja y listo para devolverlo.
Bueno, parecía que la cosa se complicaba un poco más de lo previsto. Se me agotaban las opciones. Las diferentes marcas que iba viendo no me daban la confianza necesaria, o no me aseguraban que tuvieran soporte
NAS para la red. Tenía que subir en la escala de precios.

La tercera opción fue el
Storex NMT (Aivx391NMT). Este disco está basado en el sistema
Networked Media Tank, de Syabas, un popular sistema basado en Linux que proporciona infinidad de funcionalidades al reproductor y los últimos codecs para garantizar su compatibilidad con todo tipo de formatos. Incluye la posibilidad de instalar incluso clientes de BitTorrent para descargar contenidos sin necesidad de ordenador, u otras aplicaciones adicionales. Además, este reproductor está diseñado sobre un chip
Sigma Design SPM8635, uno de las marcas más reconocidas en el campo del hardware multimedia. El precio era su única pega, aparte de que era imposible encontrar opiniones del mismo en foros, blogs, etc. Parecía que nadie lo tenía.
Pero finalmente me fié de mi instinto y me lo llevé, convencido de que era la mejor decisión. Eufórico por el éxito de mi compra, me puse a conectarlo al televisor con esmero para empezar a probarlo y deleitarme con sus capacidades...
... Pues bien, el condenado ni siquiera se encendió.
"¡Mierda!". Reviso las conexiones del aparato, una y otra vez, por si fuera un fallo mío. El cable de corriente, bien. Interruptor de encendido... clic, clac, clic, clac,... Nada, no da señales de vida. Lo cambio de enchufe, no vaya a ser que... clic, clac, clic, clac. Nada, tampoco. ¡JODEEEEER!
Resignación. De vuelta a la caja y de vuelta a la tienda. Afortunadamente esta vez lo había pagado en efectivo, para que no pudieran sospechar de mi, a través de las compras y devoluciones hechas con mi tarjeta de débito.
Parecía que el destino me estaba gastando una broma pesada. Ahora si me que me quedaba sin opciones.
Pero no me rendí y volví a la carga. Me había empeñado en que el Storex era el disco que necesitaba y al fin y al cabo, el hecho de que no encendiera podía ser un fallo puntual del disco anterior. No parecía lógico pensar que fuera por incompatibilidad en el sistema de alimentación, por lo que el mismo error no debería repetirse en otro modelo.
Así que volví a por otro. Naturalmente a otra tienda de la misma cadena, no fuera a ser que en la tienda anterior hubieran puesto el que devolví de nuevo a la venta y me tocara la china (una sucia jugada, muy habitual en estos grandes almacenes).
Nada más llegar a casa lo conecté rápidamente, casi atenazado por los nervios que me producían la incertidumbre de ver si arrancaba o no. Y esta vez... ¡e voilá!. Se encendió.
De momento estoy muy contento con la adquisición. He probado todo tipo de archivos de los que tengo por aquí, y lo reproduce todo sin rechistar: DivX, Xvid, MKV, etc. Puedes incluso ver películas a alta velocidad (hasta 8x) en velocidad continua, sin que haya un mínimo salto en la imagen. Se conecta perfectamente a red y a multitud de servicios de Internet (Youtube, Picasa, Metacafe, Radio...), aunque no sea lo más cómodo del mundo. Y por supuesto, desde el ordenador puedo acceder al disco, puesto que cuenta con varios servidores para todos los gustos: FTP, SAMBA, AV PnP, NFS, etc..
Una joya de reproductor que, sin duda, recomiendo a quien vaya a adquirir uno. Bueno, tiene una pequeña pega: el único manual que viene en la caja está en francés. Pero el sistema se puede poner fácilmente en español, y resulta bastante intuitivo. Si tenéis unos mínimos conocimientos, posiblemente no os haga falta ni mirar el manual. Si aún así, queréis el manual en español, podéis solicitarlo a la dirección de soporte de España, que viene en su página. Os enviarán el manual traducido con mucho gusto. Yo lo hice.
Bueno, os dejo, que después de esta parrafada me han entrado ganas de ver una peli....
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