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12 de noviembre de 2010

Buried (enterrado)

¿Quien no ha tenido alguna vez la pesadilla de ser enterrado vivo? Seguro que la mayoría sentís escalofríos y angustia sólo de pensarlo.

Esta idea, tan sencilla como macabra, es la base sobre la que se desarrolla la película Buried, un trabajo magistral del director español Rodrigo Cortés, no apta para cardiacos ni claustrofóbicos.

Paul Conroy es un contratista civil americano que trabaja en Irak, y que repentinamente se despierta maniatado y encerrado en una caja de madera. Un teléfono movil con escasa cobertura, un mechero y un lápiz son sus únicos compañeros de entierro y los únicos medios con los que podrá intentar salir. Una escasa hora y media de angustia y suspense que pondrán a prueba tus nervios.

He de reconocer que fui a verla sin demasiadas expectativas, ya que no había oído mucho sobre ella (ni siquiera sabia que era de produción española) pero sali tremendamente encantado y sorprendido por la capacidad del director de crear suspense y acción, en un escenario tan poco propicio para ello como un ataúd: la escasez de oxígeno, la batería menguante del móvil, la falta de luz, el silencio... todo ello en una atmosferá irrespirable que te mantendrá clavado en la butaca hasta el impactante desenlace.

Asfixiante. Sin más.
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