Lo sé. Llevo casi un año sin dar señales de vida y alguno ya me lo estaba echando en cara, con mucha razón. No voy a poner excusas. He abandonado el barco a su suerte, como un vulgar Schettino, en este intempestivo océano digital. Pero no ha sido mi intención huir definitivamente: simplemente me caí en un bote salvavidas y la deriva me llevó hacia la costa, eso es todo.
Pero tranquilos, sigo aquí... no me ha ocurrido nada malo. Y por lo que veo a vosotros tampoco. ¿De verdad, todavía queda alguien?. Eso espero, porque sigo empeñado en continuar este viaje a ninguna parte.
Durante mi ausencia han pasado muchas cosas que, en otra hora, hubiera reseñado con gusto: el movimiento 15M y "los indignados", el alto el fuego de ETA, el previsible cambio de gobierno, la imparable Ley Sinde y sus gemelas internacionales (SOPA, PIPA, ACTA...), el cierre de Megaupload, etc. En fin, tantas que parece que haya pasado una vida entera. ¡Si hasta Blogger ha actualizado su interfaz! :)
Pero no pienso aburriros con un resumen de cosas que ya conocéis mejor que yo. Hoy simplemente quiero deciros que no me he ido y que me tenéis como siempre a vuestra disposición.
¡Soltad amarras!