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14 de febrero de 2009

El curioso caso de Benjamin Button



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"Uno puede enfadarse y patalear; uno puede maldecir, decir palabrotas y blasfemar...

Pero al final, tiene que resignarse. "
Benjamin Button

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Hay muchas historias que hablan de la vida, del destino, de la dureza del paso del tiempo, del dolor de las oportunidades perdidas o de lo efímero los logros conseguidos. Seguro que cualquiera de nosotros puede recordar muchas de esas historias fabulosas que nos hablan de su filosofía de vida, que nos intentan transmitir una moraleja final impactante, generalmente con un mensaje lleno de optimismo.

Pero esta película es diferente. El Curioso caso de Benjamin Button también habla de todo esto, por supuesto... del tiempo que se nos va, de aceptar nuestras limitaciones, de vivir la vida como viene en lugar de protestar... Pero cada cual, muy probablemente, saldrá de esta película con una moraleja diferente. Porque en el fondo, esta película no intenta transmitir un mensaje único y universal. Al contrario, opta por un mecanismo mucho más sencillo: contar situaciones, pensamientos, actos, fotografías... momentos que van pasando en la vida, y que cada uno asume y entiende como le va en su propia realidad. El mensaje y la moraleja final... es tarea nuestra.

El Curioso caso de Benjamin Button está basado en un cuento originalmente escrito por F. Scott Fitzgerald en los años 20 del siglo pasado. La historia trata de un personaje, Benjamin (Brad Pitt) con una peculiaridad que le hace especial: nace con los achaques de un anciano de 90 años, con cataratas, artrosis, y la piel como un arcodeón. Pero a medida que pasa el tiempo, va rejuveneciendo y recuperando su vigorosidad. Su vida transcurre al contrario que la del resto del mundo: ve como su gente va envejeciendo poco a poco, como se van yendo su familia, sus amigos, sus conocidos... mientras él es cada vez más joven y más fuerte. Durante su periplo vital conoce a Daisy (Cate Blanchett) una dulce jovencita, de su misma edad real, con la que llegará a cruzarse de nuevo en el momento adecuado, cuando ambos aparentan físicamente la misma madurez. Ambos se enamoran entonces perdidamente y mantienen una hermosa relación, a pesar de que saben que los caminos que han de seguir son totalmente incompatibles. Esto le hace sentirse feliz, pero extrañamente sólo y perdido a la vez. Y es que Benjamin, a pesar de su don, no es diferente de cualquiera de nosotros: él también quisiera poder detener el tiempo.


La película dura aproximadamente dos horas y media, pero en ningún momento se hace larga ni pesada. El hilo argumental es perfecto, y el ritmo, si bien no es trepidante, no decae en ningún tramo de la misma. Tiene las dosis justas de drama para poner un pequeño nudo en la garganta, las dosis justas de humor para desdramatizar en los momentos clave y las dosis justas de romanticismo para no empalagar. En fin, los ingredientes adecuados y en su justa medida para hacer un guiso perfecto.

Está nominada a 13 Oscars, entre los que se encuentra el de mejor actor principal. La verdad es que Brad Pitt nunca ha sido un actor de mi devoción. No me suele gustar como actúa en sus películas, aunque imagino que es cuestión de gustos. Pero he de reconocer que en esta película se sale. En general, me parece que actúa mejor de anciano que de joven... preveo que dentro de unas décadas será un actorazo :D. Mención aparte merecen los extraordinarios efectos visuales -categoría por la que también está nominada- que permiten que veamos a un Brad Pitt perfectamente envejecido e incluso menguado, o a una adolescente y preciosa Cate Blanchett con apenas 20 añitos de edad y la piel lisa como la seda. La tecnología, perfectamente camuflada, al servicio de una historia conmovedora.


Os recomiendo que vayáis a verla cuanto antes: No se si merecerá los 13 Oscars para los que es candidata, pero estoy seguro de que no os defraudará.

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10 de febrero de 2009

El día que dejé de leer "Menéame"

Acabo de pulsar el botón de "suprimir este feed" para eliminar el RSS de "Menéame" de mi lista de feeds que sigo diariamente en Google Reader... Llevaba bastante tiempo sin leer las entradas de este sitio. Sólo algún vistazo ocasional en momentos de aburrimiento soberano. Tenía ya más de 1000 entradas sin leer de Menéame...¡1000 entradas! y entonces me he dado cuenta de lo absurdo de mantenerlo ahí, si apenas le presto ya atención, a pesar de que estoy suscrito desde hace tres años.

Y ¿sabéis qué? ... ¡Que me siento liberado!...Por primera vez desde hace mucho tiempo tengo mi Google Reader limpio de entradas sin leer... Y el volumen de nuevas entradas es asequible de leer tranquilamente... incluso en alguna pausa del trabajo. ¡Qué gozada!.

Y es que ultimamente Menéame se había convertido en una pesadilla. Leer sus entradas era como revisar un buzón de correo de spam para localizar algún mensaje interesante. La idea es que este proyecto, liderado por Ricardo Galli, pretendía ser el Digg español: un promotor social de noticias, donde las más populares (las más votadas o "meneadas" por los usuarios) suben a la Portada; en teoría éstas serían las más relevantes socialmente. Sencillo ¿verdad? Pues no me preguntéis porqué, pero Digg funciona; Menéame no.

Hay quien dice que Menéame se ha convertido en una verdadera mafia, en la que sólo se permite llegar a portada las noticias que a los usuarios dominantes les gustan. Yo no se si hay mafia o no, pero sí veo que cada vez las noticias son más parciales, más tendenciosas y menos interesantes. De cada 20 noticias, sólo 2 o 3 me parecían dignas de leer. El resto casi siempre son alegatos políticos (siempre del mismo lado), proclamas antireligiosas (éstas suben como la espuma), noticias irrelevantes, etc. Incluso encontraba algunas noticias falsas que nadie se había molestado en contrastar: llegaban rápidamente hasta la portada, hasta que en el comentario 94 alguien se daba cuenta de que era un bulo...

Naturalmente esto es totalmente opinable. A la mayoría de la gente le gusta Menéame y yo les respeto, que para gustos los colores... Yo me limito a ejercer mi derecho a no seguir leyendo y a dejar mi humilde opinión en este vuestro blog.

En fin. Adiós Menéame. Que encuentres tanta paz como la que dejas aquí. Esperaré a la llegada de un verdadero Digg español.

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3 de febrero de 2009

[Libro] Paradero desconocido


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Título: Paradero desconocido
Autor: Kresmann Taylor
Editorial: RBA Bolsillo
Páginas: 88
ISBN:978-8479013967
Idioma: Castellano

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Ayer terminé de leer este espléndido libro que me recomendó Fermín hace unos días, y que me ha parecido una obra magnífica, tan breve como intensa. Consta de apenas 80 páginas (parte de las cuales son un apéndice que explica la historia del libro y de su autora), y una letra de tamaño descomunal, con lo que podréis disfrutar de la obra en apenas una hora, a un ritmo tranquilo.

Escrito y publicado por primera vez en 1938, el libro presenta el intercambio de cartas entre dos viejos amigos y socios de una galería de arte en California: Max, un judío norteamericano de clase media y Martin, un alemán triunfador que acaba de regresar a su tierra natal, poco antes de la llegada al poder de Adolf Hitler, en 1933. La tremenda complicidad y amistad que se percibe al inicio de sus comunicaciones por carta, se irá deshaciendo, poco a poco, a medida que Martin se va adaptando a la nueva e inquietante ideología nacionalsocialista que empieza a crecer en Alemania.

Esta es una de las primeras novelas de ficción que se atrevió a denunciar las atrocidades del nazismo, y su adoctrinamiento sectario e inhumano, desde sus principios antes de comenzar la Segunda Guerra Mundial. Es por ello que el mismo sufrió la prohibición y persecución del régimen fascista y fue poco conocido en Europa hasta el último tercio del siglo XX, cuando fue reeditado en varios paises. Es una buena ocasión para tener una perspectiva más sobre la barbarie nazi, tal y como era entendida entonces, y sin la visión -quizá algo sensacionalista y viciada- que nos ha dado el tiempo.

En fin, un libro para disfrutarlo, aunque sea de forma muy rápida, con un final sorprendente e inesperado. Y no digo más... que, como me extienda, me sale un artículo más largo que el propio libro.

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